domingo, 7 de abril de 2013

A propósito de las elecciones atípicas en el Huila



Por estos días los huilenses pasamos por una situación inédita, tenemos la oportunidad de elegir al administrador de los recursos y las decisiones departamentales, pero curiosamente solo existe un candidato a escoger, la otra opción es el voto en blanco, con el cual no se elegiría a nadie, solo provocaría una nueva cita electoral, supuestamente con más candidatos (¿quien sabe?), los partidarios del voto en blanco argumentan que es una desfachatez no tener siquiera la posibilidad de escoger entre dos o más candidatos, que la supuesta unidad regional, eslogan de la campaña del candidato único, solo tiene un interés burocrático, preguntan ingenuamente a mi parecer, ¿por qué no se habían aliado antes por el bien de departamento?, otra protesta vehemente de los partidarios del voto en blanco radica en el hecho de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) haya prohibido la publicidad de esta opción (voto en blanco), acusan de coartar la libertad democrática de los opitas, el CNE argumenta que era la única forma de controlar que no se utilizaran dineros irregulares en esta campaña pues en realidad ningún grupo político o persona jurídica inscribió el voto en blanco, y de esa forma nadie se haria responsable de la publicidad y los dineros utilizados en esta. Esta decisión fue muy polémica y esta siendo investigada.

Ese es el panorama de las dichosas elecciones atípicas en el Huila, y esas son las opciones que se plantean para los electores, por supuesto, hay otras opciones, como por ejemplo, los abstencionistas, o los que piensan marcar las dos opciones o no marcar ninguna y dejar su voto nulo. En este grupo de ciudadanos encontramos el inconformismo no solo por la clase política de nuestra región, sino, también por el proceso democrático como tal, un proceso que no garantiza la verdadera expresión popular, que elige representantes con  un número ínfimo de votos y siempre a los mismos. En el caso que nos ocupa, el voto en blanco deja de ser una opción de protesta e inconformismo para convertirse en una expresión meramente politiquera de uno de los sectores que no está políticamente vinculado con el actual candidato. Un voto en blanco que como bien podríamos decir ha sido prostituido por las malas mañas de nuestros políticos.

Muchos argumentan que lo que se busca con el voto en blanco, no es sentar una voz de protesta y dejar un precedente histórico, sino, prolongar por más tiempo la estadía en el puesto al gobernador encargado y así poder como se dice en el argot político, terminar de raspar la olla que quedo del inconcluso gobierno de la gobernadora destituida. Por supuesto pensar eso no es descabellado, si tenemos en cuenta que el actual candidato y la ex-gobernadora son fuertes rivales políticos.

Votar por una u otra opción o simplemente no votar, está en la decisión de cada uno, pero lo importante es saber por qué se toma dicha decisión, una de las grandes fallas de nuestro país, es que los electores no conocen ni el 1% de las propuestas de los candidatos que eligen, nunca leen las propuestas y se dejan llevar por la pasión y la emoción del momento. Elegir un gobernador es mucho más que buscar un puestico para mi hijo o para mí, significa encontrar un buen administrador, que consiga con lo mínimo gestionar y garantizar los derechos de sus ciudadanos, como escribió un amigo en su perfil de Facebook, “El pueblo se merece los gobernantes que tiene”.

Muchos me han dicho: "pero si usted es estudiante de derecho, tiene que votar en blanco, no hay que permitir que esa manguala de politiqueros se quede con la tajada", así que decidí investigar, y leí informes de prensa, comunicados de uno y otro lado, cuestione a los promotores de todas las opciones, y me di cuenta que en esta ocasión como en todas las anteriores, solo nos mueve un fervor casi religioso, fanático, apasionado, movido más por el corazón, incluso con ciertos dejos de venganza y odio.

Administrativamente nos conviene tener ya mismo un personaje que pueda tomar las decisiones y empiece a mover al departamento, pero eso no importa porque no quieren que quede el único candidato inscrito, cuando por cierto habían otros que se podían inscribir por otros partidos; económicamente es menos costoso para el Huila elegir el candidato en estas elecciones y no volver a realizar otras, pero como no dejaron hacer publicidad al voto en blanco; así, esta publicidad fuera desproporcionada y sin nadie que la controlara económicamente hablando, así hubiera constituido desigualdad, porque al candidato inscrito si le miden los recursos destinados a publicidad, pero no, eso es coartar la libertad, por qué entonces, nadie se atrevió a inscribir el voto en blanco y así poder hacerle campaña. Por cierto, recuerden que el voto en blanco no está prohibido, es una opción legítima y valedera, lo que no se permitió fue la publicidad en medios de comunicación.

Bueno, pues solo quería llevarles un poco de información, alimentar su interés por investigar y razonar antes de elegir, y aunque haya dejado mi punto de vista plasmado en este artículo, les recuerdo que la decisión es personal, mi deseo es que no voten porque le pareció muy chistosa una publicación en Facebook o en Twitter, no voten por la pasión del momento sino con la razón y la compresión que permite haber investigado y leído. No se dejen llevar por la horda cegadora que todo lo exagera y lo cuenta como mejor le conviene, seamos críticos con conocimiento y no difamadores sin causa.

Les deseo un razonamiento próspero y una sana reflexión.

Jonnathan Valencia Gaspar  

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